Lo cierto es que nuestros conocidos, nuestros amigos y nuestros seres queridos nos sobreviven, y a través de ellos también nosotros.
No se trata de lo que tenías, sino de lo que diste. No de lo que parecías, sino de cómo viviste. Y no se trata únicamente de ser reconocido. Se trata de dar a los demás una buena razón para que te recuerden. -Tonya Hurley

domingo, 15 de mayo de 2011

Ground control to major Tom.

Ten, nine, eight, seven, six, five, four, three, two, one.
Liftoff
Miró cuidadosamente al cielo.
Esa noche no sabía por qué, pero estaba diferente.
Negro, con estrellas, con una gran luna... así lo definirían algunos.
Pero ella no coincidía con ellos.
La verdad era que nunca coincidía con nadie.
Esa sería la razón por las que algunos la calificasen de rara o loca lo que prefirais decir.
Pero a ella no le importaba.
Ella era feliz en su burbuja de cristal.
Nunca había dejado pasar a nadie ya que normalmente desconfiaba de muchos y confiaba en muy pocos y a estos normalmente los mantenía mínimo a un metro de su pequeña burbuja, por si las moscas.
Sin embargo, un día abrió las puertas de par en par, sin pensar en las consecuencias y sabe que no pudo haber hecho nada mejor.
Rápidamente se volvieron a cerrar dejándola sola de nuevo.
Pero ya era diferente.
Y ahora está aquí.
Mirando por la terraza en una avenida oscura alejada de la mano de Dios.
A 10 minutos se encuentra todo lo que se puede pedir un viernes por la noche
Luces, alcohol, chicos.
Pero como ya dijimos antes, ella es distinta. 
Y este viernes por la noche, solo quiere mirar al cielo, quiere soledad.
Quiere pensar en aquella persona que dejó entrar en su burbuja.
Quiere pensar en el cielo, en las estrellas, en la luna.
En esas sillas mal colocadas y esa televisión apagada.
No sabe por qué pero esta noche está más rara de lo normal.
Así que, se sienta y coge un papel y comieza a escribir, refugiándose en aquellas palabras que saben lo que piensa, lo que quiere, lo que desea.
Solo ellas lo saben todo.
Y quizás por eso no puede vivir sin ellas.
Son su refugio en los días de frío, en las lágrimas dispersas y en las noches melancólicas.
Ellas son su todo y sin ellas, no es nada.
Pese a ello, sigue sin descubrir qué adjetivos usar para describir aquel cielo porque, a veces, lo que sentimos es tan fuerte que no puede describirse con palabras.
Se apoya en esta afirmación y se dá ánimos.
Algún días las encontraría.
Ahora solo piensa en aquella mítica canción y sin pensárselo dos veces, comienza a cantarla.
Refugiándose así, por segunda vez en esta noche.
Pero esta vez entre la música y la voz de David Bowie.
And the stars look very different today and there's nothing I can do 
Tell my wife I love her very much she knows...

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