Lo cierto es que nuestros conocidos, nuestros amigos y nuestros seres queridos nos sobreviven, y a través de ellos también nosotros.
No se trata de lo que tenías, sino de lo que diste. No de lo que parecías, sino de cómo viviste. Y no se trata únicamente de ser reconocido. Se trata de dar a los demás una buena razón para que te recuerden. -Tonya Hurley

miércoles, 8 de junio de 2011

Love

“Los suspiros son aire, y van al aire.

Las lágrimas son agua y van al mar.

Dime, mujer, cuando el amor se olvida,

sabes tú adónde va?"



Y se paró el reloj.
Se paró el tiempo.
Ya no transcurrían los segundos.
Cuando sus miradas se cruzaron, quiso abalanzarse.
Quiso decirle "te quiero".
Quiso abrazarlo.
Besarlo. Acariciarlo.
Cuando sus miradas se cruzaron, solo por un momento, ella ya no era ella.
Él ya no era él.
Querían ser un "nosotros"
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Qué pasó después? A mí nadie me contó el final de la historia, aun sin saber siquiera si alguna vez tuvo un comienzo.
Posiblemente ocurriera algo.
Posiblemente compartieron besos, abrazos, te quieros.
Posiblemente llegó un momento en el que una mirada lo decía todo.
O probablemente ahí se quedara, en miradas explosivas en medio de la calle que desaparecieron de un momento a otro, sin explicación alguna.
Probablemente, los dos prosiguieron sus caminos por senderos distintos, sin posibilidad de reencontrarse.
Probablemente, lo que pudo ser, nunca fue.
Quién sabe si, después de unos años, se encontraron de nuevo.
Quién sabe si en realidad si había un comienzo, aunque estuviera lejos.
Quién sabe si en algún momento se reconocieron.
Quién sabe si se vieron en la adolescencia compartiendo sonrisas y miradas.
Quién sabe siquiera si ellos dos existieron o fueron el fruto de la imaginación de una mente perturbada.
A lo mejor fuiste tú.
A lo mejor fui yo intentando averiguar un futuro desconocido, ambiguo.
O simplemente, ellos fueron la viva imagen de nosotros mismos.
Intentando explicarnos aquella sensación tan difícil de expresar.
Quién sabe si alguien lo sabe.
Quién sabe si alguien lo puede explicar.
Quién sabe cuándo acabará esa sensación que te desgasta el corazón, sin posibilidad de remontada.
Aquella sensación que ilusiona, desilusiona.
Que te da luz, oscuridad.
Que te proporciona odio, cariño, rencor.
Aquella sensación que, básicamente, te da la vida.


THANK YOU FOR LOVING ME
FOR BEING MY EYES WHEN I COULDNT SEE
FOR PARTING MY LIPS WHEN I COULDNT BREATHE

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