Lo cierto es que nuestros conocidos, nuestros amigos y nuestros seres queridos nos sobreviven, y a través de ellos también nosotros.
No se trata de lo que tenías, sino de lo que diste. No de lo que parecías, sino de cómo viviste. Y no se trata únicamente de ser reconocido. Se trata de dar a los demás una buena razón para que te recuerden. -Tonya Hurley

sábado, 26 de marzo de 2011

Alone. Alone. Alone.

Porque aunque nos cueste reconocerlo, el mundo no se acaba con nosotros.
Porque cuando nos vayamos, TODO seguirá igual y al final todos continuarán sus vidas preguntándose a veces en dónde estamos y qué estamos haciendo.
No sé por qué, pero la muerte siempre hace una función limpiadora.
Cuando no estés solo se recordará lo bueno que hiciste y lo malo de desechará.
Uno que ya no se puede defender no se merece más que halagos, claro siempre con excepciones.
Porque el mundo tiene ya demasiados problemas como para aguantar tu propio sufrimiento.
Recónocelo, si tú sufres, ni siquiera el de la puerta de al lado sabe por lo que estas pasando.
Eres demasiado insignificante como para merecerte el dolor del mundo.
Somos demasiados como para ayudarnos unos a otros.
Porque aunque para ti se haya acabado el mundo, el mundo sigue, y con él también las personas que ajenas a ti, rien y lloran de felicidad.
Porque cuando pases por ese momento, saldrás a la calle y pensarás exactamente lo mismo.
Y odiarás a todo y a todos, sin ningún motivo aparente.
Pero algo sí es verdad.
Podrás no significar nada en el papel del mundo, y puede que tu lápiz nunca escriba algo sobre él pero siempre serás algo para aquellos que te quieren.
Y recuérdalo, si tú sufres, ellos también lo hacen.
Si tú lloras, ellos te secarán las lágrimas.

Gustavo Adolfo Bécquer.
¿De dónde vengo..? El más horrible y áspero
de los senderos busca:
Las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura;
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.
¿A dónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas.
En donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.         

No hay comentarios:

Publicar un comentario